La Hermandad de las Flores

A todos los corazones que laten en unidad perfecta con la creación infinita...
Para todas las Mujeres de Milagros que nos unimos en una Hermandad de sabiduría para despertar a la Mente Pura a través de la inteligencia innata del corazón!
Bienvenidas y bienvenidos!!!



El jardín encantado

El jardín encantado
Este es un espacio para difundir los principios espirituales y filosoficos de Edwuard Bach y de Un Curso de Milagros. También por este medio es mi intención compartir la nueva medicina que despierta a la Mente Pura en el espacio sagrado de tu corazón:Milagros El Sendero de la Belleza.

martes, 28 de diciembre de 2010

La flor del Loto y el corazón

 El Loto y el sendero del corazón

El loto es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo Sagrado y de lo Puro. Los Buddhas en meditación son representados sentados sobre flores de loto y la madurez de la meditación (dhyâna) se simboliza por la flor de loto abierta, cuyo centro y pétalos llevan grabados símbolos de figuras de diferentes Buddhas y Bodhisattvas o de sus atributos, o bien figuras complementarias, según su carácter o sus funciones. Del mismo modo, los centros de consciencia en el cuerpo humano, están representados por flores de loto provistas, según sus funciones, de un número mayor o menor de pétalos y con diversos colores que se corresponden con su particular naturaleza..

El significado original del loto se extrae de la siguiente similitud: así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad del estanque, sube a la superficie del agua y se abre después de haberse elevado por encima de su nivel, sin mantener contacto ni con la tierra ni con el agua, a pesar de haber nacido de ellas, así el espíritu, nacido de este mundo, abre sus pétalos, sus cualidades, después de haberse liberado de la corriente burbujeante de las pasiones y de la ignorancia y de haber transformado las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, la consciencia iluminada (bodhi-citta), la incomparable gema (mani) en la flor de loto (padma).

Del mismo modo el Santo, por su altura espiritual, está por encima del universo. Sus raíces permanecen en las sombrías profundidades del mundo, pero su cabeza se eleva hacia la plenitud de la luz. Abarca los mismo las profundidades que las cimas, la oscuridad como la luz, lo material como lo inmaterial, la limitación de lo individual y lo universal sin límites, la forma y la no-forma, el samsarâ y el nirvâna, todo ello gracias a la síntesis viva de su identidad. Por eso se dice del que está totalmente despierto: « El Iluminado no es prisionero ni del ser ni del no ser, el Santo se escapa a todos los opuestos.» (Nâgârjuna).

Si el empuje hacia la luz no estuviera ya latente en el germen escondido en la profunda oscuridad de la tierra, el loto jamás tendería hacia la luz...



Lama Anagarika Govinda





En tu interior se disuelven las aparentes polaridades, la ilusión termina dónde comienzas a escuchar los suaves látidos del  corazón dentro de tu corazón.


Lorena Ciocale

La maestría del corazón y un Curso de Milagros

 INTELIGENCIA DEL CORAZÓN
[Extracto del libro "El Maestro del Corazón" de Annie Marquier]
Los científicos nos dicen que el corazón es inteligente, que tiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado, que a pesar de que
la materia del corazón es diferente de la del cerebro se descubrieron en
él más de cuarenta mil neuronas, y una compleja y tupida red de
neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Y con todo esto parece
que puede aprender, recordar e incluso percibir.
Los investigadores han puesto de manifiesto la existencia de cuatro clases de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro:
1. Neurológica, mediante la transmisión de impulsos nerviosos
2. Bioquímica, mediante hormonas y neurotransmisores
3. Biofísica, mediante ondas de presión
4. Energética, mediante interacciones electromagnéticas
Por la vía neurológica el cerebro del corazón puede influir en el cerebro de la cabeza, es decir, en nuestra manera de pensar y de ver las cosas,
en nuestra percepción de la realidad y en nuestras reacciones,
especialmente las emocionales. Empezamos a sospechar que cierto dominio
emocional que vemos en ciertas personas excepcionales no procede del
control que ejerce el intelecto; bien sabemos que ante las grabaciones
del subconsciente, poco puede hacer el intelecto. Sabemos que tenemos
que manejar nuestro cuerpo emocional, pero saberlo no es manejarlo. Y
queremos seguir lo que dicen nuestros guías, o los libros de los
Maestros, pero el intelecto no nos ayuda.
Ahora los científicos nos hablan de otro cerebro, el del corazón. Otra forma de inteligencia que podríamos llamar la INTELIGENCIA DEL AMOR. Esa
inteligencia que proviene del Maestro Interno, del Alma y que tiene su
sede en el corazón. En relación a la comunicación bioquímica del corazón
al cerebro, se demostró que el corazón es el que produce la hormona
ANF, que asegura el equilibrio general o “homeostasis” y uno de sus
efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés, en especial
el cortisol. Además el corazón segrega su propia adrenalina cuando la
necesita. También produce la occitocina, llamada la hormona del amor y
la libera en grandes cantidades cuando nos encontramos en un estado
afectuoso.
En relación a la comunicación biofísica, se ha observado una relación directa entre la presión sanguínea, la respiración y ciertos ritmos del
sistema nervioso autónomo.
Y en cuanto a la comunicación energética nos dicen que el campo electromagnético del corazón es 5.000 veces más intenso que el del
cerebro y más potente que cualquier otro órgano del cuerpo. Produce de
40 a 60 veces más bioelectricidad que el cerebro. Y lo más interesante
es que el aspecto del campo magnético del corazón cambia en función del
estado emocional. Cuando sentimos miedo, estrés, frustración, enojo,
etc. se vuelve caótico; en cambio, cuando se experimentan emociones como
la gratitud, la compasión, el perdón, etc. toma un aspecto ordenado y
se obtiene lo que se llama un “espectro coherente. Este campo se
extiende entre 2 a 4 metros alrededor del cuerpo, permitiendo a todos
los que nos rodean recibir la información energética contenida en
nuestro corazón.
El amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente que nos permite vivir desde el corazón, en unión con nuestra
naturaleza divina en la profunda unidad con todo lo que existe. Observa
como la fraternidad, la compasión, la bondad, el respeto, la
creatividad y el genio creador, es decir, los pensamientos y
sentimientos elevados son manifestaciones de la unidad en la que
vivimos, mientras que las emociones negativas son manifestaciones de la
separatividad.
Cuando vivimos reconociendo que somos uno con todo lo que existe, que no es otra cosa que ver a Dios en todo, los dos osciladores del cuerpo que son
el cerebro y el corazón, vibran en perfecta sincronicidad y como
consecuencia envían a todo el cuerpo órdenes coherentes, eficaces,
inteligentes y totalmente adecuadas a las necesidades del momento.
¿Qué tenemos que hacer para despertar la inteligencia del corazón de manera que pueda tomar el comando de nuestras vidas?
Nos dicen los científicos que tenemos varios circuitos por medio de los cuales nos llega información que ocasiona respuesta en nosotros. El
primario, que es completamente inconsciente, y nos permite salir huyendo
de una situación de peligro sin tener que reflexionar. Luego el
inteligente, que nos permite el razonamiento y el tercero, una mezcla de
los dos, en donde los recuerdos del inconsciente se activan y producen
reacciones que pasan por la corteza, “el inteligente” y ésta de alguna
manera los justifica. El Maestro DK lo llamaría, pensamientos
emocionales o kama manas. Ahora la ciencia nos presenta otro circuito
que va del corazón a la cabeza y ahí está la clave. El cerebro del
corazón activa en el cerebro de la cabeza los centros superiores de
percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse
en experiencias pasadas, este nuevo circuito no pasa por las viejas
memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene
una percepción exacta de la realidad. Su inteligencia no separa sino que
une, reconociendo en todo momento la gran red de vida en la que estamos
todos. Es la conexión cósmica que la inteligencia divina nos ha legado
para que podamos recuperar nuestro origen divino y nuestra sabiduría
esencial. Es la forma de tener una mente iluminada, o como dicen
algunos, “resplandor en el cerebro”.
¿Y cómo activar éste circuito? Viviendo desde el corazón. Cada pensamiento, cada emoción, presentarla primero al corazón y ver si está
en armonía con el Amor que allí se encuentra. Hay que trascender los
deseos personales y aprender a vivir según la intención del corazón, que
es la intención de tu Ser Interno.
El impedimento mayor que tenemos hoy en día son las memorias grabadas en nuestro inconsciente que se activan cada vez que son estimuladas. Busca
ser testigo de ti mismo, de tus propias reacciones para que puedas
verlas, porque cuando se ven, se van. Para ello tienes que asumir la
plena responsabilidad de tus emociones, agradables o desagradables,
decidir no culpar a nadie por tus reacciones emocionales y reconocer que
el verdadero origen de tus reacciones emocionales no está en lo que
ocurre en el exterior sino en tu interior.
Hay un camino hacia el Corazón que ha sido anunciado por todos los Maestros, haríamos bien en recordarlo: Cultiva el silencio, haz contacto
con la Naturaleza , vive periodos de soledad, medita y contempla, busca
la verdadera belleza, vive con sosiego y quietud, cuida tu entorno
vibratorio, recupera el sentido de lo sagrado, recupera la inocencia al
no juzgar, reconoce las sincronicidades en tu vida, trabaja en grupo,
coopera, vive con sencillez, escucha.
Ten presente que tu Corazón tiene una inteligencia superior, escúchalo y pregúntale cuando no sepas que hacer.