La Hermandad de las Flores

A todos los corazones que laten en unidad perfecta con la creación infinita...
Para todas las Mujeres de Milagros que nos unimos en una Hermandad de sabiduría para despertar a la Mente Pura a través de la inteligencia innata del corazón!
Bienvenidas y bienvenidos!!!



El jardín encantado

El jardín encantado
Este es un espacio para difundir los principios espirituales y filosoficos de Edwuard Bach y de Un Curso de Milagros. También por este medio es mi intención compartir la nueva medicina que despierta a la Mente Pura en el espacio sagrado de tu corazón:Milagros El Sendero de la Belleza.

martes, 28 de diciembre de 2010

La flor del Loto y el corazón

 El Loto y el sendero del corazón

El loto es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo Sagrado y de lo Puro. Los Buddhas en meditación son representados sentados sobre flores de loto y la madurez de la meditación (dhyâna) se simboliza por la flor de loto abierta, cuyo centro y pétalos llevan grabados símbolos de figuras de diferentes Buddhas y Bodhisattvas o de sus atributos, o bien figuras complementarias, según su carácter o sus funciones. Del mismo modo, los centros de consciencia en el cuerpo humano, están representados por flores de loto provistas, según sus funciones, de un número mayor o menor de pétalos y con diversos colores que se corresponden con su particular naturaleza..

El significado original del loto se extrae de la siguiente similitud: así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad del estanque, sube a la superficie del agua y se abre después de haberse elevado por encima de su nivel, sin mantener contacto ni con la tierra ni con el agua, a pesar de haber nacido de ellas, así el espíritu, nacido de este mundo, abre sus pétalos, sus cualidades, después de haberse liberado de la corriente burbujeante de las pasiones y de la ignorancia y de haber transformado las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, la consciencia iluminada (bodhi-citta), la incomparable gema (mani) en la flor de loto (padma).

Del mismo modo el Santo, por su altura espiritual, está por encima del universo. Sus raíces permanecen en las sombrías profundidades del mundo, pero su cabeza se eleva hacia la plenitud de la luz. Abarca los mismo las profundidades que las cimas, la oscuridad como la luz, lo material como lo inmaterial, la limitación de lo individual y lo universal sin límites, la forma y la no-forma, el samsarâ y el nirvâna, todo ello gracias a la síntesis viva de su identidad. Por eso se dice del que está totalmente despierto: « El Iluminado no es prisionero ni del ser ni del no ser, el Santo se escapa a todos los opuestos.» (Nâgârjuna).

Si el empuje hacia la luz no estuviera ya latente en el germen escondido en la profunda oscuridad de la tierra, el loto jamás tendería hacia la luz...



Lama Anagarika Govinda





En tu interior se disuelven las aparentes polaridades, la ilusión termina dónde comienzas a escuchar los suaves látidos del  corazón dentro de tu corazón.


Lorena Ciocale

La maestría del corazón y un Curso de Milagros

 INTELIGENCIA DEL CORAZÓN
[Extracto del libro "El Maestro del Corazón" de Annie Marquier]
Los científicos nos dicen que el corazón es inteligente, que tiene un sistema nervioso independiente y bien desarrollado, que a pesar de que
la materia del corazón es diferente de la del cerebro se descubrieron en
él más de cuarenta mil neuronas, y una compleja y tupida red de
neurotransmisores, proteínas y células de apoyo. Y con todo esto parece
que puede aprender, recordar e incluso percibir.
Los investigadores han puesto de manifiesto la existencia de cuatro clases de conexiones que parten del corazón y van hacia el cerebro:
1. Neurológica, mediante la transmisión de impulsos nerviosos
2. Bioquímica, mediante hormonas y neurotransmisores
3. Biofísica, mediante ondas de presión
4. Energética, mediante interacciones electromagnéticas
Por la vía neurológica el cerebro del corazón puede influir en el cerebro de la cabeza, es decir, en nuestra manera de pensar y de ver las cosas,
en nuestra percepción de la realidad y en nuestras reacciones,
especialmente las emocionales. Empezamos a sospechar que cierto dominio
emocional que vemos en ciertas personas excepcionales no procede del
control que ejerce el intelecto; bien sabemos que ante las grabaciones
del subconsciente, poco puede hacer el intelecto. Sabemos que tenemos
que manejar nuestro cuerpo emocional, pero saberlo no es manejarlo. Y
queremos seguir lo que dicen nuestros guías, o los libros de los
Maestros, pero el intelecto no nos ayuda.
Ahora los científicos nos hablan de otro cerebro, el del corazón. Otra forma de inteligencia que podríamos llamar la INTELIGENCIA DEL AMOR. Esa
inteligencia que proviene del Maestro Interno, del Alma y que tiene su
sede en el corazón. En relación a la comunicación bioquímica del corazón
al cerebro, se demostró que el corazón es el que produce la hormona
ANF, que asegura el equilibrio general o “homeostasis” y uno de sus
efectos es inhibir la producción de la hormona del estrés, en especial
el cortisol. Además el corazón segrega su propia adrenalina cuando la
necesita. También produce la occitocina, llamada la hormona del amor y
la libera en grandes cantidades cuando nos encontramos en un estado
afectuoso.
En relación a la comunicación biofísica, se ha observado una relación directa entre la presión sanguínea, la respiración y ciertos ritmos del
sistema nervioso autónomo.
Y en cuanto a la comunicación energética nos dicen que el campo electromagnético del corazón es 5.000 veces más intenso que el del
cerebro y más potente que cualquier otro órgano del cuerpo. Produce de
40 a 60 veces más bioelectricidad que el cerebro. Y lo más interesante
es que el aspecto del campo magnético del corazón cambia en función del
estado emocional. Cuando sentimos miedo, estrés, frustración, enojo,
etc. se vuelve caótico; en cambio, cuando se experimentan emociones como
la gratitud, la compasión, el perdón, etc. toma un aspecto ordenado y
se obtiene lo que se llama un “espectro coherente. Este campo se
extiende entre 2 a 4 metros alrededor del cuerpo, permitiendo a todos
los que nos rodean recibir la información energética contenida en
nuestro corazón.
El amor del corazón no es una emoción, es un estado de conciencia inteligente que nos permite vivir desde el corazón, en unión con nuestra
naturaleza divina en la profunda unidad con todo lo que existe. Observa
como la fraternidad, la compasión, la bondad, el respeto, la
creatividad y el genio creador, es decir, los pensamientos y
sentimientos elevados son manifestaciones de la unidad en la que
vivimos, mientras que las emociones negativas son manifestaciones de la
separatividad.
Cuando vivimos reconociendo que somos uno con todo lo que existe, que no es otra cosa que ver a Dios en todo, los dos osciladores del cuerpo que son
el cerebro y el corazón, vibran en perfecta sincronicidad y como
consecuencia envían a todo el cuerpo órdenes coherentes, eficaces,
inteligentes y totalmente adecuadas a las necesidades del momento.
¿Qué tenemos que hacer para despertar la inteligencia del corazón de manera que pueda tomar el comando de nuestras vidas?
Nos dicen los científicos que tenemos varios circuitos por medio de los cuales nos llega información que ocasiona respuesta en nosotros. El
primario, que es completamente inconsciente, y nos permite salir huyendo
de una situación de peligro sin tener que reflexionar. Luego el
inteligente, que nos permite el razonamiento y el tercero, una mezcla de
los dos, en donde los recuerdos del inconsciente se activan y producen
reacciones que pasan por la corteza, “el inteligente” y ésta de alguna
manera los justifica. El Maestro DK lo llamaría, pensamientos
emocionales o kama manas. Ahora la ciencia nos presenta otro circuito
que va del corazón a la cabeza y ahí está la clave. El cerebro del
corazón activa en el cerebro de la cabeza los centros superiores de
percepción completamente nuevos que interpretan la realidad sin apoyarse
en experiencias pasadas, este nuevo circuito no pasa por las viejas
memorias, su conocimiento es inmediato, instantáneo, y por ello, tiene
una percepción exacta de la realidad. Su inteligencia no separa sino que
une, reconociendo en todo momento la gran red de vida en la que estamos
todos. Es la conexión cósmica que la inteligencia divina nos ha legado
para que podamos recuperar nuestro origen divino y nuestra sabiduría
esencial. Es la forma de tener una mente iluminada, o como dicen
algunos, “resplandor en el cerebro”.
¿Y cómo activar éste circuito? Viviendo desde el corazón. Cada pensamiento, cada emoción, presentarla primero al corazón y ver si está
en armonía con el Amor que allí se encuentra. Hay que trascender los
deseos personales y aprender a vivir según la intención del corazón, que
es la intención de tu Ser Interno.
El impedimento mayor que tenemos hoy en día son las memorias grabadas en nuestro inconsciente que se activan cada vez que son estimuladas. Busca
ser testigo de ti mismo, de tus propias reacciones para que puedas
verlas, porque cuando se ven, se van. Para ello tienes que asumir la
plena responsabilidad de tus emociones, agradables o desagradables,
decidir no culpar a nadie por tus reacciones emocionales y reconocer que
el verdadero origen de tus reacciones emocionales no está en lo que
ocurre en el exterior sino en tu interior.
Hay un camino hacia el Corazón que ha sido anunciado por todos los Maestros, haríamos bien en recordarlo: Cultiva el silencio, haz contacto
con la Naturaleza , vive periodos de soledad, medita y contempla, busca
la verdadera belleza, vive con sosiego y quietud, cuida tu entorno
vibratorio, recupera el sentido de lo sagrado, recupera la inocencia al
no juzgar, reconoce las sincronicidades en tu vida, trabaja en grupo,
coopera, vive con sencillez, escucha.
Ten presente que tu Corazón tiene una inteligencia superior, escúchalo y pregúntale cuando no sepas que hacer.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Significado de la Navidad

 UN CURSO DE MILAGROS
Capítulo 15, Sección III              
1.En esta temporada (Navidad) en la que se celebra el nacimiento de la santidad en este mundo, únete a mí que me decidí en favor de la santidad en tu nombre. 2Nuestra tarea conjunta consiste en restaurar la conciencia de grandeza en aquel que Dios designó como Su anfitrión. 3Dar el don de Dios está más allá de tu peque­ñez, pero no más allá de ti. 4Pues Dios quiere darse a Sí Mismo a través de ti. 5Él se extiende a Sí Mismo desde ti hacia todo el mundo, y más allá de todo el mundo hasta las creaciones de Su Hijo sin abandonarte. 6Él se extiende eternamente mucho más allá de tu insignificante mundo, aunque sin dejar de estar en ti. 7No obstante, Él te ofrece todas Sus extensiones a ti, puesto que eres Su anfitrión.


Sección XI.
La Navidad como símbolo del fin del sacrificio.

2. El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la oscuri¬dad. 2No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino como algo que refulge en el Cielo interno, y acéptala como la señal de que la hora de Cristo ha llegado. 3Cristo llega sin exigir nada. 4No le exige a nadie ningún tipo de sacrificio. 5En Su Pre¬sencia la idea de sacrificio deja de tener significado, 6pues Él es el Anfitrión de Dios. 7Y tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se encuentra ahí, al reconocer que Su Anfitrión es Uno y que ningún pensamiento ajeno a Su Unicidad puede residir allí con Él. 8El amor tiene que ser total para que se le pueda dar la bienve¬nida, pues la Presencia de la santidad es lo que crea la santidad que lo envuelve. 9Ningún temor puede asaltar al Anfitrión que le abre los brazos a Dios en la hora de Cristo, pues el Anfitrión es tan santo como la Perfecta Inocencia a la que protege, y Cuyo poder a su vez lo protege a Él.

3. Esta Navidad entrégale al Espíritu Santo todo lo que te hiere. 2Permítete a ti mismo ser sanado completamente para que puedas unirte a Él en la curación, y celebremos juntos nuestra liberación liberando a todo el mundo junto con nosotros. 3Inclúyelo todo, pues la liberación es total, y cuando la hayas aceptado junto conmigo la darás junto conmigo 4Todo dolor, sacrificio o peque¬ñez desaparecerá de nuestra relación, que es tan pura como la relación que tenemos con nuestro Padre, y tan poderosa. 5Todo dolor que se traiga ante nuestra presencia desaparecerá, y sin dolor no puede haber sacrificio. 6Y allí donde no hay sacrificio, allí está el amor.

4. Tú que crees que el sacrificio es amor debes aprender que el sacrificio no hace sino alejarnos del amor. 2Pues el sacrificio conlleva culpabilidad tan inevitablemente como el amor brinda paz. 3La culpabilidad es la condición que da lugar al sacrificio, de la misma manera en que la paz es la condición que te permite ser consciente de tu relación con Dios. 4Mediante la culpabilidad excluyes a tu Padre y a tus hermanos de ti mismo. 5Mediante la paz los invitas de nuevo al darte cuenta de que ellos se encuentran allí donde tú les pides que estén. 6Lo que excluyes de ti mismo parece temible, pues lo imbuyes de temor y tratas de deshacerte de ello, si bien forma parte de ti. 7¿Quién puede percibir parte de sí mismo como despreciable, y al mismo tiempo vivir en paz con¬sigo mismo? 8¿Y quién puede tratar de resolver su "conflicto" interno entre el Cielo y el infierno expulsando al Cielo y dotán¬dolo de los atributos del infierno, sin sentirse incompleto y solos.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Milagros. Estos son los 50 principios.


Estos son los 50 principios de los Milagros (Libro de Texto, Capítulo 1, “El significado de los Milagros”):

1. No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno que sea más "difícil" o más "grande" que otro. Todos son iguales. Todas las expresiones de amor son máximas.

2. Los milagros -de por sí- no importan. Lo único que importa es su Origen, El Cual está más allá de toda posible evaluación.

3. Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este sentido todo lo que procede del amor es un milagro.

4. Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la vida. Su Voz te guiará muy concretamente. Se te dirá todo lo que necesites saber.

5. Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No de­ben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.

6. Los milagros son naturales. Cuando no ocurren, es que algo anda mal.

7. Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es nece­sario una purificación.

8. Los milagros curan porque suplen una falta; los obran aquellos que temporalmente tienen más para aquellos que temporalmente tienen menos.

9. Los milagros son una especie de intercambio. Como toda ex­presión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siem­pre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. Brindan más amor tanto al que da como al que recibe.

10. Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un espec­táculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su propósito.

11. La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comu­nicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la oración se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor.

12. Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden re­presentar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual.

13. Los milagros son a la vez comienzos y finales, y así, alteran el orden temporal. Son siempre afirmaciones de renacimiento, que parecen retroceder, pero que en realidad van hacia adelante. Cancelan el pasado en el presente, y así, liberan el futuro.

14. Los milagros dan fe de la verdad. Son convincentes porque proceden de la convicción. Sin convicción degeneran en magia, que es insensata, y, por lo tanto, destructiva; o más bien, el uso no creativo de la mente.

15. Todos los días deberían consagrarse a los milagros. El propó­sito del tiempo es que aprendas a usarlo de forma constructiva. El tiempo es, por lo tanto, un recurso de enseñanza y un medio para alcanzar un fin. El tiempo cesará cuando ya no sea útil para facilitar el aprendizaje.

16. Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

17. Los milagros transcienden el cuerpo. Son cambios súbitos al dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por lo que curan.

18. El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le puedes prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la de él.

19. Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eter­nidad, no las del tiempo.

20. Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconoci­miento es lo que le confiere al milagro su poder curativo.

21. Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por medio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros.

22. Los milagros se asocian con el miedo debido únicamente a la creencia de que la oscuridad tiene la capacidad de ocultar. Crees que lo que no puedes ver con los ojos del cuerpo no existe. Esta creencia te lleva a negar la visión espiritual.

23. Los milagros reorganizan la percepción y colocan todos los niveles en su debida perspectiva. Esto cura ya que toda enferme­dad es el resultado de una confusión de niveles.

24. Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de luz son reales.

25. Los milagros son parte de una cadena eslabonada de perdón que, una vez completa, es la Expiación. La Expiación opera todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.

26. Los milagros representan tu liberación del miedo. "Expiar" significa "deshacer". Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expiatorio de los milagros.

27. Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. Perdonar es el privilegio de los perdonados.

28. Los milagros son un modo de liberarse del miedo. La revela­ción produce un estado en el que el miedo ya ha sido abolido. Los milagros son, por lo tanto, un medio, y la revelación, un fin.

29. Los milagros alaban a Dios a través de ti. Lo alaban al honrar a Sus creaciones, afirmando así la perfección de las mismas. Curan porque niegan la identificación con el cuerpo y afirman la identifi­cación con el espíritu.

30. Dado que los milagros reconocen el espíritu, ajustan los nive­les de percepción y los muestran en su debido lugar. Esto sitúa al espíritu en el centro, desde donde puede comunicarse directamente.

31. Los milagros deben inspirar gratitud, no reverencia. Debes dar gracias a Dios por lo que realmente eres. Los Hijos de Dios son santos, y los milagros honran su santidad, que ellos pueden ocul­tar, mas nunca perder.

32. Yo inspiro todos los milagros, que en realidad son intercesio­nes. Interceden en favor de tu santidad y santifican tus percepcio­nes. Al ubicarte más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese orden tú eres perfecto.

33. Los milagros te honran porque eres digno de ser amado. Desvanecen las ilusiones que albergas acerca de ti mismo y perciben la luz en ti. De esta forma, al liberarte de tus pesadillas, expían tus errores. Al liberar a tu mente de la prisión de tus ilusiones te restauran la cordura.

34. Los milagros le devuelven a la mente su llenura. Al expiar su sensación de carencia establecen perfecta protección. La fortaleza del espíritu no da cabida a intromisiones.

35. Los milagros son expresiones de amor, pero puede que no siempre tengan efectos observables.

36. Los milagros son ejemplos de recto pensar que armonizan tus percepciones con la verdad tal como Dios la creó.

37. Un milagro es una corrección que yo introduzco en el pensa­miento falso. Actúa como un catalizador, disolviendo la percep­ción errónea y reorganizándola debidamente. Esto te coloca bajo el principio de la Expiación, donde la percepción sana. Hasta que esto no ocurra no podrás conocer el Orden Divino.

38. El Espíritu Santo es el mecanismo de los milagros. Él reconoce las creaciones de Dios así como tus ilusiones. Separa lo verda­dero de lo falso mediante Su capacidad para percibir totalmente en vez de selectivamente.

39. El milagro elimina el error porque el Espíritu Santo lo identi­fica como falso o irreal. Esto es lo mismo que decir que al perci­birse la luz la oscuridad desaparece automáticamente.

40. El milagro reconoce que todo el mundo es tu hermano así como mi hermano también. Es una manera de percibir la marca univer­sal de Dios.

41. El contenido perceptual de los milagros es la plenitud. De ahí que puedan corregir o redimir la errada percepción de carencia.

42. Uno de los mayores beneficios que se deriva de los milagros es su poder para liberarte de tu falso sentido de aislamiento, priva­ción y carencia.

43. Los milagros surgen de un estado mental milagroso, o de un estado de estar listo para ellos.

44. Los milagros son expresiones de una conciencia interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiación.

45. Un milagro nunca se pierde. Puede afectar a mucha gente que ni siquiera conoces, y producir cambios inimaginables en situacio­nes de las que ni siquiera eres consciente.

46. El Espíritu Santo es el medio de comunicación más elevado. Los milagros no entrañan ese tipo de comunicación, debido a que son medios temporales de comunicación. Cuando retornes a la forma original de comunicación con Dios por revelación directa, los milagros dejarán de ser necesarios.

47. El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesi­dad del tiempo. Establece un intervalo temporal fuera de lo nor­mal que no está sujeto a las leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.

48. El milagro es el único recurso que tienes a tu inmediata disposi­ción para controlar el tiempo. Sólo la revelación lo transciende al no tener absolutamente nada que ver con el tiempo.

49. El milagro no distingue entre diferentes grados de percepción errónea. Es un recurso para sanar la percepción que es eficaz inde­pendientemente del grado o dirección del error. En eso radica su verdadera imparcialidad.

50. El milagro compara lo que tú has hecho con la creación, acep­tando como cierto lo que concuerda con ella, y rechazando cómo falso lo que no.

Sanar la mente. Kenneth Wapnick

Sanar es UNIR

Sanar es unir, no separar, conduce a la libertad en lugar de a la opresión, es elegir la paz en lugar del conflicto y el amor en lugar del sufrimiento. Es un proceso en el que uno se libera del miedo y la culpa, aceptando con convicción que la esencia de nuestro ser es el amor, que nuestra verdadera identidad es espiritual, que todo es posible a través del perdón y que este último es lo más cercano al amor que podemos experimentar. Significa corregir la percepción mental errónea, implica remover los obstáculos mentales que impiden sentirnos en paz. Consiste en descubrir qué valor asignamos a actitudes como: guardar rencor, enjuiciar y culpar a los que nos rodean, atacar, criticar y enjuiciarnos a nosotros mismos, en una palabra, vivir en desamor.

Kenneth Wapnick en el apartado del glosario de su libro Un Curso de Milagros: Una Introducción Básica, nos ofrece una explicación sobre sanación: “La sanación está basada en la creencia de que nuestra verdadera identidad es el espíritu. La sanación refleja el principio que no hay grados de dificultad en los milagros, sino que es el resultado de la unión con otro en el perdón, que cambia la percepción de cuerpos separados por nuestro propósito compartido de sanación en este mundo” (Pág. 153).

Participamos en nuestro propio proceso sanador cuando tomamos la decisión de observar a las personas, las circunstancias y los eventos que rodean nuestra vida en forma diferente, con una visión responsable y, desde ahí, llevar a cabo un trabajo interno. En este proceso la meta es traer la armonía y la paz a nuestra mente que es la que requiere ser sanada, ya que al cuerpo no toma decisiones, y el espíritu no lo requiere porque ya es perfecto. Se refiere también estar al servicio de otros como una extensión de nuestra propia sanación y de nuestro estado de conciencia de libertad, en donde nada es aprendido en aislamiento, y todo es enseñado por el Espíritu Santo, nuestro mejor y más asertivo Maestro, que nos dice que el perdón es la herramienta de liberación del sufrimiento.

Cuando aceptamos el compromiso de sanarnos, podemos notar cambios en los pensamientos que expresamos a través de diversas actitudes en nuestra comunicación, y esto es debido a que se modificó nuestro proceso mental. Con el compromiso generamos una energía en nuestra mente que moviliza el rompimiento y liberación de antiguas creencias, de arquetipos y patrones de conducta que generan energías discordantes, produciéndose la fuerza necesaria para asumir la responsabilidad y el liderazgo para liberar las falsas percepciones provenientes del pasado.

Este proceso no es lineal en el tiempo, es más bien una espiral dentro de nuestra mente, la que se mueve y se expande con cada afirmación de sanación, la que una vez instalada en nuestra mente estamos listos para empezar a compartirla con nuestro hermano, que también ha estado buscando ayuda, que desea sanarse y convertirse en un ser consciente, y quien se convierte a la vez en un maestro sanador para nosotros, cerrándose así el círculo de la Redención y la unión con la Filiación.

Un hermano que busca ayuda puede traemos regalos más allá de las alturas percibidas en sueño alguno. Nos ofrece la salvación, pues viene a nosotros como Cristo y Salvador. Lo que él pide lo está pidiendo Dios a través de él. Y lo que hacemos por él se convierte en el regalo que le damos a Dios. El sagrado pedido de ayuda del Hijo de Dios, en su percibido infortunio, su Padre no puede sino contestarlo. Pero Él necesita una voz a través de la cual hablar Su sagrada Palabra; una mano con la cual pueda alcanzar a Su Hijo y tocar su corazón. En un proceso como ese, ¿quién podría no sanarse? Esta interacción sagrada es el plan de Dios Mismo, por medio del cual Su Hijo es salvado. (P. 2.V.5)
Decidir sanarse conlleva la decisión firme de debilitar al ego, dejando de escuchar sus mensajes aturdidores que nos dicen que para sentirnos sanos debemos compararnos con nuestro hermano para ver que estamos mejor que él, que él es quien necesita ser sanado, que está equivocado y que nosotros tenemos la razón (el sanador no sanado) que él está mal y no tiene ni la fuerza ni los recursos para sanarse, que no tiene nada que enseñarnos. Este mensaje erróneo del ego nos aleja de poder ver en nuestro interior, y observar que la misma fuerza que nosotros tenemos para salir de la oscuridad, la tiene él, que si nosotros podemos salir a la luz del amor, él también puede. Cuando aceptamos esto último estamos abriendo la puerta para recibir las enseñanzas que él nos aporta, porque podemos vernos en el espejo que él representa.

Para el ego lo caritativo, lo correcto y lo apropiado es señalarles a otros sus errores y tratar de "corregirlos". Esto tiene perfecto sentido para él porque no tiene idea de lo que son los errores ni de lo que es la corrección. Los errores pertenecen al ámbito del ego, y la corrección de los mismos estriba en el rechazo del ego. Cuando corriges a un hermano le estás diciendo que está equivocado. Puede que en ese momento lo que esté diciendo no tenga sentido, y es indudable que si está hablando desde su ego no lo tiene. Tu tarea, sin embargo, sigue siendo decirle que tiene razón. No tienes que decírselo verbalmente si está diciendo tonterías. Necesita corrección en otro nivel porque su error se encuentra en otro nivel. Sigue teniendo razón porque es un Hijo de Dios. Su ego, por otra parte, está siempre equivocado, no importa lo que diga o lo que haga. (T.9.III.2)
Sanarnos nos permite regresar al estado original en que el Padre nos Creó: eternos, perfectos, santos, inmutables, en completo estado de abundancia. Reconocerlo nos da la gracia para unirnos a la Voluntad de Dios, para compartir Su Pensamiento y los regalos que hemos recibido, sintiendo que nuestra única expresión es la de gratitud y amor por la vida que caminamos, comprendiendo que se pueden presentar nuevos problemas pero que podemos resolverlos, sabedores que no existe ningún lugar en el que Dios no esté presente, que somos Su Hijo bienamado al que nunca suelta de la Palma de Su Mano.

Glosario de Un Curso de mIlagros

 Glosario de Terminos de Curso de Milagros
de Kenneth Wapnick

 
ABUNDANCIA:  El principio del Cielo que contrasta con la creencia del ego en la escasez; al Hijo de Dios jamás puede faltarle nada o tener necesidades, puesto que los regalos de Dios, otorgados eternamente en la creación, siempre están con él.

ACEPTAR LA EXPIACIÓN: Aceptar la irrealidad de la separación, el pecado y la culpa, la enfermedad y la muerte, al seguir el currículo específico del perdonar nuestras relaciones especiales -como nos enseña el Espíritu Santo- que corrige nuestros errores; esta es nuestra única responsabilidad, nuestra función en la Expiación.

ALTAR: La parte de la mente que elige a Dios o al ego; no es una estructura externa, sino una actitud o devoción.

Mentalidad Errada: Utilizada a veces como símbolo de la presencia del ego: chorrea sangre.

Mentalidad Correcta: Símbolo de la Presencia de Dios en nosotros; el lugar de encuentro de Dios con Su Hijo: salpicado con los lirios (azucenas) del perdón.

AMOR:

Conocimiento: La esencia del ser de Dios y de la relación con Su creación, que es inmutable y eterna; está más allá de toda definición y enseñanza, y sólo puede experimentarse o conocerse una vez que las barreras de la culpa se han eliminado por medio del perdón.

Percepción Verdadera: Es imposible en el mundo ilusorio de la percepción, pero puede expresarse aquí a través del perdón; es la emoción que nos dio Dios, en contraste con la emoción de miedo del ego, y se manifiesta en cualquier expresión de verdadera unión con otro.

ÁNGELES: Extensiones del Pensamiento de Dios; símbolo de la luz y protección de Dios que siempre nos rodea, puesto que en verdad nosotros jamás nos hemos separado de El; no debe confundirse con la idea popular de seres celestiales, los cuales son inherentemente ilusorios.

ANTI-CRISTO: Símbolo del ego y de la creencia de que existe un poder que puede oponerse a la omnipotencia de Dios y que puede negar la realidad de Cristo.

Nota: No debe confundirse con el término cristiano que denota la presencia verdadera del mal [o del diablo] en el mundo.

ATAQUE: El intento de justificar la proyección de la culpa sobre los demás, para demostrar su carácter pecaminoso y su culpa de manera tal que nosotros podamos sentirnos libres de ésta; debido a que el ataque es siempre una proyección de nuestra responsabilidad por la separación, jamás se justifica; también se utiliza para denotar el pensamiento de habernos separado de Dios, por lo cual creemos que Dios a su vez nos atacará y nos castigará.

Nota: "ataque" e "ira" se utilizan como virtuales sinónimos.

AZUCENAS: Vea lirios.

BRECHA: El espacio ilusorio entre nosotros y Dios, y entre nosotros y los demás, causado por la creencia en la separación; en este espacio surgen los sueños de enfermedad y odio, puesto que la proyección hacia los cuerpos siempre tiene que ir seguida por la creencia que tiene la mente en la separación.

CANCIÓN DEL CIELO: Símbolo del amor y gratitud que unen a Dios y Sus Hijos, quienes creyeron una vez que estaban separados de su Creador; en "The Song of Prayer," se utiliza como símbolo de la comunión silente entre Dios y Cristo.

CAUSA-EFECTO: Causa y efecto son mutuamente dependientes, puesto que la existencia de uno determina la existencia del otro; además, si algo no es causa no puede existir, ya que todo ser tiene efectos.

Conocimiento: Dios es la única Causa, y Su Hijo, es Su Efecto.

Percepción: El pensamiento de separación -el pecado- es la causa del sueño de sufrimiento y muerte, que es el efecto del pecado; el perdón deshace el pecado al demostrar que el pecado no tiene efecto; i.e., la paz de Dios y nuestra amorosa relación con El no se afecta en absoluto con lo que los demás nos han hecho; por lo tanto, al no tener efectos, el pecado no puede ser causa por lo cual no puede existir.

CIELO: El mundo no-dualista del conocimiento, donde moran Dios y Su creación en la perfecta unidad de Su Voluntad y espíritu; aunque excluyente del mundo de la percepción, el Cielo puede reflejarse aquí en la relación santa y el mundo real.

Vea: conocimiento.

COMUNICACIÓN:

Conocimiento: Sinónimo de creación, una expresión de nuestra relación unificada con Dios la cual puede compararse con un fluir del espíritu y del amor; sólo el espíritu puede comunicarse, contrario al ego, que está separado por naturaleza.

Percepción Verdadera: Nosotros experimentamos comunicación en nuestra mente correcta a través del Espíritu Santo, al permitir que Su Amor se comparta por medio de nosotros.

COMUNIÓN: La unión de] Padre, Hijo y Espíritu Santo, Que pareció romperse con la separación; la consciencia de esta unión del espíritu se restablece en nosotros a través de la relación santa; no debe confundirse con el significado católico tradicional del término, el cual recalca el compartir del cuerpo (no de la mente) de Jesús en la liturgia de la Eucaristía de la misa; por medio de la transubstanciación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Jesús.

CONOCIMIENTO: El Cielo, o el mundo de Dios y de Su creación unificada que existía antes de la separación en el cual no hay diferencias o formas, por lo cual excluye al mundo de la percepción; no debe confundirse con el uso común de "conocimiento," que implica el dualismo de un sujeto que conoce y un objeto que es conocido; en el Curso refleja la experiencia pura de no-dualidad, en la cual no existe la dicotomía sujeto-objeto.

Vea: Cielo.

CREACIÓN: La extensión del ser o espíritu de Dios, la Causa que resultó en Su Hijo, el Efecto; se describe como la Primera Venida (el primer Advenimiento) de Cristo; la función del Hijo en el Cielo es crear, tal como fue la de Dios al crearlo a Él.

Nota: Existe únicamente en el nivel del conocimiento, y no es equivalente a la creación o creatividad tal como se utilizan los términos en el mundo de la percepción.

CREACIONES: Las extensiones de nuestro espíritu; los efectos de nuestra capacidad creadora, análoga a la creación cuando Dios creó a Su Hijo al extenderse a Sí Mismo; como extensiones de Cristo, nuestras creaciones son parte de la Segunda Persona de la Trinidad; la creación sigue su curso en el Cielo, más allá del tiempo y del espacio, e independiente de la falta de consciencia que de la misma tiene el Hijo en este mundo.

Vea: Creación.

CRISTO: La Segunda Persona de la Trinidad; el único Hijo de Dios o la totalidad de la Filiación; el Ser Que Dios creó por medio de la extensión de Su espíritu; aunque Cristo crea tal como lo hace Su Padre, El no es el Padre puesto que Dios creó a Cristo, pero Cristo no creó a Dios.

Nota: No debe equipararse exclusivamente con Jesús.

CRUCIFIXIÓN: Un símbolo del ataque del ego en contra de Dios y por consiguiente en contra del Hijo de Dios, lo cual da testimonio de la "realidad" del sufrimiento, el sacrificio, la victimización y la muerte que el mundo parece manifestar; también se refiere al asesinato de Jesús, un ejemplo extremo que nos enseñó que nuestra verdadera Identidad de amor jamás puede ser destruida, puesto que la muerte no tiene poder sobre la vida.

CUERPO:

Nivel I: La encarnación del ego; el pensamiento de separación proyectado por la mente y convertido en forma; el testigo de la aparente realidad de la separación ya que es una limitación para el amor, y lo excluye de nuestra consciencia; incluye nuestros cuerpos físicos así como nuestras personalidades.

Nivel II: Es inherentemente neutral, ni "bueno" ni "malo"; su propósito se lo da la mente.

Mentalidad Errada: El símbolo de la culpa y el ataque.

Mentalidad Correcta: El medio para aprender y enseñar el perdón, a través del cual se deshace la culpa; el instrumento de salvación mediante el cual el Espíritu Santo nos habla.

CULPA: El sentimiento que se experimenta en relación con el pecado; su reflejo desde nuestra mente se ve en todos los sentimientos negativos y las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos, en su mayoría inconscientes; la culpa descansa sobre un sentido de indignidad inherente, aparentemente aun más allá del poder perdonador de Dios, Quien erróneamente creemos que exige castigo por nuestro aparente pecado de separación contra Él; al seguir el consejo del ego de que mirar la culpa nos destruirá, negamos la presencia de ésta en nuestras mentes, y luego la proyectamos en forma de ataque, bien sea sobre los demás en forma de ira o sobre nuestros cuerpos en forma de enfermedad.

Vea: principio de escasez.

CURACIÓN (SANACIÓN): La corrección en la mente de la creencia en la enfermedad que hace que la separación y el cuerpo parezcan reales; el efecto de unirse con otro en el perdón, lo cual cambia la percepción de cuerpos separados -la fuente de toda enfermedad- al propósito compartido de la curación en este mundo; puesto que la curación está basada en la creencia de que nuestra verdadera Identidad es el espíritu, no el cuerpo, la enfermedad de cualquier clase tiene que ser ilusoria, ya que sólo un cuerpo o ego puede sufrir; la curación refleja de esta manera el principio de que no hay orden (grados) de dificultad en los milagros.

DAR-RECIBIR:

Mentalidad Errada: Si uno da tiene menos, lo que refuerza la creencia del ego en la escasez y el sacrificio, y ejemplariza su principio de "dar para obtener," en que da para obtener más de algo a cambio de lo que da; al creer que puede dar sus regalos de culpa y miedo, la versión del ego de dar es realmente proyección.

Mentalidad Correcta: Dar y recibir son idénticos, lo cual refleja el principio de abundancia del Cielo y la ley de extensión; el espíritu jamás puede perder, puesto que cuando uno da amor, recibe amor; los regalos del Espíritu Santo son cualitativos no cuantitativos, y por consiguiente aumentan en la medida en que se comparten; el mismo principio funciona en el nivel del ego, porque en la medida que damos culpa (proyección) así la recibimos.

Vea: Regalo.

DECISIÓN: La última libertad que nos queda como prisioneros de este mundo es nuestro poder de decidir; si bien no se conoce en el Cielo, la decisión es necesaria aquí ya que lo que hay que corregir es la decisión de estar separados de nuestra Fuente; esto se logra al escoger al Espíritu Santo en lugar del ego, al escoger la mentalidad correcta en vez de la mentalidad errada.

DEFENSAS:

Mentalidad Errada: La dinámica que utilizamos para "protegernos" de nuestra culpa, nuestro miedo y del aparente ataque de los demás, lo más importante de esta dinámica son la negación y la proyección; por su naturaleza misma "las defensas dan lugar a lo que quieren defender," puesto que refuerzan la creencia en nuestra propia vulnerabilidad la cual simplemente aumenta nuestro miedo y nuestra creencia de que necesitamos defensa.

Mentalidad Correcta: Se reinterpreta como el medio que nos libera del miedo; e.g., la negación oculta "la negación de la verdad," y el proyectar nuestra culpa hace posible que adquiramos consciencia de lo que hemos negado, de manera que podamos perdonarlo realmente.

DESEO-VOLUNTAD: El ego desea, el espíritu ejerce su voluntad.

Conocimiento: El ejercicio de la voluntad expresa creación, que es la verdad.

Percepción: Desear puede reflejar mentalidad errada o correcta, ambas son inherentemente ilusorias, puesto que desear implica que existe una realidad distinta a la unidad del Cielo.

DESPERTAR: El Curso habla de la separación como si fuera un sueño del cual necesitamos despertar; la salvación, por lo tanto, consiste en escuchar al Espíritu Santo -la Llamada a que despertemos- en nosotros mismos y en nuestros hermanos: de ese modo aceptamos la unidad de los unos con los otros que deshace la separación la cual originó el sueño en el principio.

DIABLO (DEMONIO): Una proyección del ego, la cual intenta negar la responsabilidad de nuestro pecado y nuestra culpa proyectándolos hacia un agente externo que, por consiguiente, parece afectarnos con su "maldad."

DICHA (FELICIDAD, GOZO, JÚBILO): La dicha es una de las características del maestro de Dios, la cual comparte con todo el Cielo; la felicidad es la Voluntad de Dios para nosotros, la cual se logra a través del cumplimiento de nuestra función de perdonar y despertar del sueño de la muerte.

DIOS: La Primera Persona de la Trinidad; el Creador; la Fuente de todo ser o de toda vida; el Padre, Cuya Paternidad se establece por la existencia de Su Hijo, Cristo; la Primera Causa, Cuyo Hijo es Su Efecto; la esencia de Dios es espíritu, el cual se comparte con toda la creación, cuya unidad es el estado de Cielo.

DISOCIACIÓN: Una defensa del ego que separa al ego del Espíritu Santo-la mente errada de la mente correcta-dividiendo lo que parece atemorizante, lo cual simplemente refuerza el miedo que es la meta del ego; el intento del ego de separar dos sistemas de pensamiento conflictivos y mantenerlos a ambos en nuestras mentes, de modo que su sistema de pensamiento de obscuridad esté a salvo de que la luz lo deshaga.

DIVISIÓN (CISMA): Sin enumerarlas como tales, el Curso describe cuatro niveles de divisiones, las cuales se reflejan en el mundo a través de nuestras relaciones especiales:

1) El pensamiento original de separación cuando creímos que nos habíamos separado de Dios, lo cual nos lleva a la creencia en dos mentes: la Mente de Cristo y la mente dividida.

2) La siguiente división de la mente dividida en mentes errada y correcta: los hogares del ego y del Espíritu Santo.

3) La separación de la mente errada y de la mente correcta por medio de la creencia en el sistema de pensamiento del ego de pecado, culpa y miedo; el Amor del Espíritu Santo ahora ha sido sepultado bajo el especialismo del ego, y a Dios se le teme en vez de aceptársele.

4) La división ontológica final en la que se niega la culpa en nuestras mentes y se proyecta hacia afuera, se fabrica un mundo separado de ataque y de muerte, un mundo que parece estar separado de la mente que lo pensó.

Vea: Disociación.

DOLOR: Vea sufrimiento.

EGO: La creencia en la realidad del yo (ser) separado o falso, el cual se hizo como substituto del Ser Que Dios creó; el pensamiento de separación que hace que surjan el pecado, la culpa y el miedo, y un sistema de pensamiento basado en el especialismo para protegerse a sí mismo; la parte de la mente que cree estar separada de la Mente de Cristo; esta mente dividida tiene dos partes: mente errada y mente correcta; casi siempre el ego se utiliza para designar la "mente errada", pero puede incluir la parte de la mente dividida que puede aprender a escoger la mente correcta.

Nota: No debe equipararse con el "ego" del psicoanálisis, pero se puede equiparar, más o menos, con la psiquis entera, de la cual el "ego" psicoanalítico forma parte.

ENFERMEDAD: Un conflicto en la mente (culpa) que se desplaza hacia el cuerpo; el intento del ego de defenderse en contra de la verdad (espíritu) al concentrar la atención en el cuerpo; un cuerpo enfermo es el efecto de la mente enferma o dividida que es la causa, y que representa el deseo del ego de hacer culpables a otros a través del sacrificio de sí mismo, y de la proyección de la responsabilidad del ataque sobre ellos.

ENSEÑANZA-APRENDIZAJE: Lo que creemos que somos es lo que enseñamos siempre, y lo que enseñamos refuerza nuestra creencia: así pues, la enseñanza y el aprendizaje ocurren todo el tiempo, son realmente idénticos, y por lo tanto no se puede separar a la una del otro; nuestra elección de lo que enseñamos y aprendemos procede de nuestra identidad como espíritu o como ego.

ESPINAS: El símbolo de la crucifixión que utiliza el Curso, el pecado y la culpa del hijo de Dios; el regalo del ego que proyecta la culpa hacia los demás y los ataca por ello; se contrasta con los lirios (azucenas), el regalo del perdón.

ESPÍRITU: La naturaleza de nuestra verdadera realidad la cual, al ser de Dios, es inmutable y eterna; se contrasta con el cuerpo, la encarnación del ego, el cual cambia y muere; el Pensamiento en la Mente de Dios que es el Cristo unificado.

ESPÍRITU SANTO: La Tercera Persona de la Trinidad Quien se describe metafóricamente en el Curso como la Respuesta de Dios a la separación; el Vínculo de Comunicación (Eslabón) entre Dios y Sus Hijos separados, y que salva la brecha entre la Mente de Cristo y nuestra mente dividida; la memoria de Dios y Su Hijo que trajimos con nosotros al sueño; Aquel Que ve nuestras ilusiones (percepción), y nos conduce a través de ellas hacia la verdad (conocimiento); la Voz por Dios Que habla por Él y por nuestro Ser real, recordándonos la Identidad que olvidamos; también se conoce como el Puente, Consolador, Guía, Mediador (Intercesor), Maestro y Traductor.

ESTRELLA: Símbolo de Cristo, de la luz y Presencia de Dios que brilla siempre en nosotros, y que el perdón revela.

EXPIACIÓN: El plan de corrección del Espíritu Santo para deshacer el ego y sanar la creencia en la separación; se puso en efecto después de la separación, y se completará cuando cada Hijo separado haya cumplido su parte en la Expiación por medio del perdón total; su principio es que la separación jamás ocurrió.

EXTENSIÓN:

Conocimiento: El proceso activo de la creación, en el cual el espíritu fluye de sí mismo: Dios crea a Cristo; puesto que el Cielo está más allá del tiempo y del espacio, la "extensión" no puede entenderse como un proceso espacial o temporal.

Percepción Verdadera: Extender la visión del Espíritu Santo o de Cristo en la forma de perdón o de paz; el uso que le da el Espíritu Santo a la ley de la mente, en contraste con la proyección del ego; puesto que las ideas no abandonan su fuente, lo que se extiende permanece en la mente, desde donde se refleja hacia el mundo de ilusión.

FE: La expresión de aquello donde escogemos depositar nuestra confianza; somos libres de tener fe en el ego o en el Espíritu Santo, en la ilusión del pecado en otros o en la verdad de su santidad como Hijos de Dios.

FILIACIÓN: Es la suma de todo lo que Dios creó. Debe observarse con especial atención que Dios tiene solamente un Hijo. Si todas las creaciones de Dios son Hijos Suyos, cada una de ellas tiene que ser parte integral de toda la Filiación. La Filiación, en su unicidad, trasciende la suma de sus partes.

FORMA-CONTENIDO: La multitud de formas del mundo esconde la sencillez del contenido de éstas: verdad o ilusión, amor o miedo; el ego intenta convencernos de que nuestros problemas están en el nivel de la forma, de modo que su contenido subyacente -miedo- se escape de la atención y de la corrección; el Espíritu Santo corrige todos nuestros aparentes problemas en su origen -la mente- al sanar el contenido de miedo del ego con Su Amor lo cual demuestra que no hay grado de dificultad en los milagros o en la solución de problemas.

FUNCIÓN:

Conocimiento: Creación, la extensión del Amor de Dios o espíritu; Dios crea a Su Hijo, Cristo, Quien a Su vez crea como lo hace Su Padre; nuestra función de crear, la cual sigue en curso por toda la eternidad, se restablece a nuestra consciencia cuando se complete la Expiación.

Percepción: Perdón, curación (sanación), salvación, aceptar la Expiación para nosotros mismos; nuestra "función especial" es perdonar nuestras relaciones especiales; la función del Espíritu Santo es llevar a cabo el plan de la Expiación, al recordarle a cada Hijo de Dios cuál es su función especial.

GRACIA: Nuestro estado natural como el espíritu, cuya conciencia regresa a nosotros cuando completamos nuestras lecciones de perdón; un aspecto del Amor de Dios en este mundo; está por encima del aprendizaje porque no se puede enseñar, pero es la meta del aprendizaje, puesto que todas las lecciones apuntan hacia su amor.

GRANDES RAYOS:

Conocimiento: La extensión de la luz de Dios, nuestra verdadera realidad como Cristo; los Grandes Rayos son del espíritu, y no tienen que ver con el cuerpo en lo absoluto.

Percepción Verdadera: La presencia de la luz de Cristo en la mente separada; aparentemente separados de los Grandes Rayos de Dios los cuales no se ven, esta luz se manifiesta como una chispa en cada Hijo, y se hace visible a través del perdón de nuestras relaciones especiales.

GRATITUD:

Conocimiento: Dios está agradecido de Su creación por completarlo, y junto con el Espíritu Santo y Jesús, El agradece nuestros esfuerzos para regresar a El; debe entenderse como una metáfora para el Amor de Dios, puesto que en realidad El no tiene una consciencia separada que pueda sentir gratitud por otra.

Percepción Verdadera: La expresión de agradecerle nuestra existencia a nuestro Creador, así y como a la existencia de todas las "cosas vivientes" que nos ofrecen la oportunidad de acordarnos de Él; nuestra gratitud de unos a otros refleja nuestro reconocimiento de que la salvación llega por medio del perdón, y así se convierte en la manera de recordar a Dios.

Vea: Canción (himno) del Cielo.

GUERRA: Símbolo de la creencia del ego en el conflicto entre sí mismo y su imagen de un Dios vengativo Que trata de destruirlo; este conflicto se proyecta hacia la experiencia de nosotros mismos en guerra con el mundo y con todos en él.

HACER (FABRICAR) – CREAR: El espíritu crea, mientras que el ego hace (fabrica).

Conocimiento: La creación sólo ocurre dentro del mundo del conocimiento, verdad creadora.

Percepción: Hacer, conocido también como mal-crear, sólo conduce a ilusiones; raramente se aplica al Espíritu Santo, a Quien se describe como el Hacedor (Artífice) del mundo real.

Vea: Creación.

HIJO DE DIOS:

Conocimiento: La Segunda Persona de la Trinidad; el Cristo Que es nuestro verdadero Ser.

Percepción: Nuestra identidad como Hijos separados, o el Hijo de Dios como ego, con una mente errada y correcta; la frase bíblica "hijo del hombre" rara vez se usa para designar al Hijo como separado.

HUMILDAD-ARROGANCIA: La humildad es de la mente correcta, la cual reconoce su dependencia de Dios, mientras que la arrogancia es de la mente errada, la cual siente que está en competencia con El; el espíritu descansa en la grandeza de Dios, de Quien deriva su poder, mientras que la grandiosidad del ego proviene de creer que él es Dios, y que posee el poder para determinar nuestra función en el plan de Dios; de esta manera el ego confunde la humildad con la arrogancia, y nos dice que somos indignos de ser los instrumentos de salvación de Dios.

ÍDOLO: Símbolo de la substitución del ego por nuestro verdadero Ser o Dios; una falsa creencia de que puede haber algo distinto a Dios, o más que Dios, y por consiguiente separado de El, una creencia que se proyecta luego sobre la relación especial: personas, cosas o ideas; el anti-Cristo.

ILUSIÓN: Algo que se cree que es real pero que no lo es; la ilusión última es la separación de Dios, sobre la cual descansan todas las manifestaciones del mundo separado, lo que puede considerarse como distorsiones en percepción; i.e., ver ataque en lugar de un pedido de amor, pecado en vez de error; las ilusiones del mundo refuerzan la creencia de que el cuerpo tiene un valor en sí y de por sí mismo, una fuente de placer o de dolor; el perdón es la ilusión final puesto que perdona lo que jamás fue, y conduce más allá de la ilusión hacia la verdad de Dios.

INFIERNO: El cuadro ilusorio del ego de un mundo más allá de la muerte, el cual quiere castigarnos por nuestros pecados; el infierno es, pues, la culpa del pasado proyectada al futuro, pasando por alto el presente; también se usa para designar el sistema de pensamiento del ego.

INOCENCIA: Se utiliza ocasionalmente para referirse a Dios o a Sus atributos.

Mentalidad Errada: El rostro (cara) de inocencia que utiliza el ego para esconder su verdadera intención de atacar, y hacer a los demás culpables por haberle infligido sufrimiento a una víctima inocente.

Mentalidad Correcta: La corrección que le hace el Espíritu Santo a nuestra creencia en la pecaminosidad; conciencia de nuestra inocencia y pureza como Hijo de Dios nos es devuelta por medio del perdón de nuestra culpa y el logro de la percepción verdadera.

INSTANTE SANTO: El intervalo fuera del tiempo en el cual escogemos el perdón en vez de la culpa, el milagro en vez del agravio, el Espíritu Santo en vez del ego; la expresión de nuestra pequeña disposición (pequeña dosis de buena voluntad) para vivir en el presente, el cual se abre hacia la eternidad, en lugar de aferrarnos al pasado y temerle al futuro, que nos mantiene en el infierno; también se utiliza para señalar el instante santo final, el mundo real, la culminación de todos los instantes santos que hemos escogido a lo largo del camino.

INVULNERABILIDAD: Nuestro estado natural como el Hijo de Dios; puesto que nuestro estado natural es espíritu y no el cuerpo, nada del mundo del ego puede hacernos daño; el reconocimiento de nuestra invulnerabilidad se convierte en la base de nuestra indefensión, la condición para que perdonemos.

IRA: Ver ataque.

JESÚS: La fuente del Curso, su primera persona o "Yo"; el primero que completó su parte en la Expiación, lo cual lo capacitó para que se hiciera cargo de todo el plan; al trascender su ego, Jesús se ha identificado con Cristo y ahora puede servir como nuestro modelo para aprender y ser la ayuda siempre presente cuando lo invocamos en nuestro deseo de perdonar.

Nota: No debe identificarse exclusivamente con Cristo, la Segunda Persona de la Trinidad.

JUGUETES: Símbolo del mundo del pecado, y el cual refleja su inherente carencia de significado y su inocuidad, a pesar de su aparente solidez y fortaleza.

JUICIO: Estrictamente hablando Dios no juzga, puesto que lo que El crea es perfecto y uno con El; la referencia que hace el Curso al Juicio de Dios refleja Su reconocimiento de Su Hijo como Hijo Suyo, amado para siempre y uno con El.

Mentalidad Errada: Condenación, mediante la cual se separa a la gente entre los que deben odiarse y los que deben "amarse", un juicio que siempre se basa en el pasado.

Mentalidad Correcta: Visión, mediante la cual vemos a la gente expresando amor o pidiendo amor, un juicio inspirado por el Espíritu Santo y el cual siempre se basa en el presente.

Vea: Juicio Final.

JUICIO FINAL:

Conocimiento: Se contrasta con el punto de vista cristiano tradicional sobre el juicio y el castigo para reflejar la amorosa relación de Dios con todos Sus Hijos: Su Juicio Final.

Percepción Verdadera: Se contrasta con el punto de vista cristiano tradicional del juicio y del castigo y se equipara con el fin de la Expiación cuando, después de la Segunda Venida (Segundo Advenimiento), se hace la última distinción entre la verdad y la ilusión, se deshace toda la culpa, y se nos devuelve nuestra consciencia como Cristo-el Hijo del Dios vivo.

JUSTICIA: La corrección que le hace el Espíritu Santo a la injusticia del mundo; la creencia de que los Hijos de Dios son igualmente amados e igualmente santos y que deshace los juicios basados en la separación; el fin del sacrificio y de la creencia de que la ganancia de uno es la pérdida de otro; se conoce como "la roca sobre la cual descansa la salvación."

“LAS IDEAS NO ABANDONAN SU FUENTE”: La expresión de la ley de causa y efecto, puesto que causa y efecto no pueden separarse: una idea no puede abandonar la fuente que la pensó.

Conocimiento: La extensión del Pensamiento de Dios, Su Hijo, jamás ha abandonado su Fuente, puesto que lo que es de Dios jamás puede separarse de Él.

Percepción: El mundo de la separación jamás ha abandonado su fuente en la mente separada, aunque el mundo parece ser externo a la mente; así pues, no hay mundo material, sólo existe una ilusión proyectada de un mundo.

Mentalidad Errada: La proyección de la culpa de nuestras mentes por medio del ataque refuerza la presencia de la misma en la mente que la pensó.

Mentalidad Correcta: Extender el Amor del Espíritu Santo a través del perdón -ver el Espíritu Santo en otros- aumenta la consciencia de Su amorosa Presencia en nosotros mismos.

LEYES DE DIOS: Los principios que expresan la existencia de Dios y la extensión de Su Reino.

Conocimiento: Incluyen creación, amor, verdad y vida eterna.

Percepción Verdadera: Reflejadas en este mundo como el perdón, el milagro, la curación (sanación) y la libertad, en contraste con las leyes del ego de proyección, especialismo, sufrimiento y muerte -las leyes de caos-.

LIBRE ALBEDRÍO (I): Existe únicamente en el mundo ilusorio de la percepción, donde parece que el Hijo de Dios tiene el poder de separarse de Dios; puesto que en el nivel perceptual escogimos estar separados, también podemos escoger cambiar de idea; esta libertad de elección -entre mentalidad errada y mentalidad correcta- es la única libertad posible en este mundo; en el estado no-dualista de perfecta unidad del Cielo, no puede existir el escoger, y por lo tanto el libre albedrío, tal como lo entendemos generalmente, en realidad no tiene significado alguno.

Nota: No debe confundirse con "libertad de la voluntad", la cual refleja que la Voluntad de Dios no puede ser aprisionada por el ego, y por lo tanto tiene que permanecer libre para siempre.

LIBRE ALBEDRÍO (II): Un aspecto de nuestro libre albedrío dentro de la ilusión: somos libres para creer qué es la realidad, pero puesto que la realidad fue creada por Dios no somos libres para cambiarla en forma alguna; nuestros pensamientos no afectan la realidad, pero sí afectan lo que creemos y experimentamos como realidad.

LIRIOS (AZUCENAS): El símbolo que utiliza el Curso para el perdón y la inocencia del Hijo de Dios; el regalo de perdón que nos ofrecemos unos a otros, en contraste con el regalo del ego de espinas (ataque, crucifixión).

LUZ:

Conocimiento: Metáfora que se usa para describir la esencia del espíritu -Dios y Cristo-.

Percepción Verdadera: Metáfora que describe la visión de Cristo, o el perdón, el cual nos une en relaciones santas y remueve los tenebrosos velos de culpa que nos mantienen arraigados en el sueño del ego.

Vea: Traer la oscuridad (ilusiones) a la luz (verdad), Grandes Rayos.

MAESTROS DE DIOS: En el instante en que decidimos unirnos con otro, una decisión de unirnos a la Expiación, nos convertimos en maestros de Dios; al enseñar la lección de perdón del Espíritu Santo, la aprendemos para nosotros mismos, y reconocemos que nuestro Maestro es el Espíritu Santo, Quien enseña a través de nosotros por medio de nuestro ejemplo de perdón y de paz; también se le conoce como "obrador de milagros", "mensajero" y "ministro de Dios"; se usa como sinónimo para los estudiantes de Un curso de Milagros.

MAGIA: El intento de resolver un problema donde no está, i.e., tratar de resolver un problema de la mente por medio de medidas físicas o "insensatas": la estrategia del ego de mantener el verdadero problema -la creencia en la separación- alejado de la Respuesta de Dios; la culpa se proyecta sobre otros fuera de nuestras mentes (ataque) o sobre nuestros cuerpos (enfermedad) y buscamos resolverla allí, en vez de permitir que el Espíritu Santo la deshaga en nuestras mentes; también se conoce como "falsa curación (sanación)" en "The Song of Prayer."

MEDIO-FIN: A pesar de la multitud de medios que hay en el mundo, sólo permanecen dos medios o metas: la verdad o la ilusión; el cuerpo puede servirle a cualquiera de esos dos fines, de acuerdo con lo que elija la mente.

Mentalidad Errada: El cuerpo se utiliza como el medio que origina la meta del pecado o la culpa, y que refuerza la ilusión a través de la relación especial.

Mentalidad Correcta: El cuerpo se utiliza como un medio para lograr la meta del perdón, lo cual nos conduce hacia la verdad a través de la relación santa.

MEDITACIONES INSENSATAS (INSENSATECES): Se usa a menudo para designar los intentos del ego de entender ideas del mundo del conocimiento que están más allá de su comprensión; ocasionalmente se utiliza para referirse a los esfuerzos por entender el sistema de pensamiento del ego.

MEMORIA DE DIOS: La etapa final de la Expiación, que sigue al haber visto el rostro (faz) de Cristo en todos nuestros hermanos y que precede al paso final, el cual toma Dios Mismo; recordamos a Dios a través del perdón, el cual deshace todas las creencias en la separación que nos obscurecían Su Presencia.

MENTALIDAD CORRECTA: La parte de nuestras mentes separadas que contiene al Espíritu Santo la Voz del perdón y la razón; repetidamente se nos pide que escojamos ésta en lugar de la mentalidad errada, que sigamos la dirección del Espíritu Santo en vez de la del ego, y que de ese modo regresemos a la Mentalidad-uno de Cristo.

MENTALIDAD ERRADA: La parte de nuestras mentes separadas y divididas que contiene al ego-la voz del pecado, la culpa, el miedo y el ataque; constantemente se nos pide que elijamos la mentalidad correcta en vez de la mentalidad errada, la cual nos aprisiona aun más en el mundo de la separación.

MENTALIDAD UNO: La Mente de Dios o de Cristo; la extensión de Dios que es la Mente unificada de la Filiación; puesto que trasciende tanto la mente correcta como la mente errada, existe solamente en el nivel del conocimiento y del Cielo.

MENTE:

Conocimiento: El agente activado del espíritu, del cual es equivalente aproximado, y al cual le proporciona su energía creadora.

Percepción: El agente de selección; somos libres de creer que nuestras mentes pueden apartarse o separarse de la Mente de Dios (mentalidad errada), o que pueden regresar a ella (mentalidad correcta); así pues, se puede entender que la mente dividida tiene tres partes: la mente errada, la mente correcta y la parte de la mente (tomador de decisiones) que escoge entre ellas; no debe confundirse con el cerebro, el cual es un órgano físico y por consiguiente un aspecto de nuestro ser corporal.

Vea: Mente de Dios.

MENTE DE DIOS: Equiparada con la función creativa de Dios la cual representa el agente activado del espíritu, y al cual le proporciona su energía creadora; como una extensión de Dios, la Mente de Cristo -el Pensamiento de Dios- comparte en los atributos de la Mente de Dios Mentalidad-uno; después de la separación, la Mente de Cristo pareció dividirse en dos: Mente y mente.

MIEDO: La emoción del ego, la cual contrasta con el amor, que fue la emoción que Dios nos dio; el miedo se origina en el esperado castigo por nuestros pecados, que demanda nuestra culpa; el terror que resulta de lo que creemos nos merecemos y que nos lleva a defendernos -por medio de la dinámica de proyección del ego- atacando a los demás, lo cual simplemente refuerza nuestra sensación de vulnerabilidad y de miedo, y establece un círculo vicioso de miedo y defensa.

MILAGRO: El cambio de idea que modifica nuestra percepción del mundo del ego de pecado, culpa y miedo al mundo de perdón del Espíritu Santo; invierte la proyección al devolverle a la mente su función causativa, lo cual nos permite escoger de nuevo; trasciende las leyes de este mundo para reflejar las leyes de Dios; se logra al unirnos con el Espíritu Santo o Jesús, y es el medio para sanar nuestra propia mente y las mentes de otros.

Nota: No debe confundirse con el concepto tradicional de los milagros como cambios en los fenómenos externos.

MIRAR EL EGO: La esencia del perdón; mirar nuestro sistema de pensamiento egoísta con la bondad sin enjuiciamiento y la paciencia del Espíritu Santo o Jesús; puesto que la culpa es lo que nos impide mirar nuestro especialismo, apoyando así al ego y ocultando su verdadera naturaleza, el mirar nuestros pensamientos de ataque sin juzgarlos, es lo que deshace al ego: así pues, mirar el ego sin que sintamos culpa y miedo es la esencia de la Expiación.

Vea: Traer la obscuridad (ilusiones) a la luz (verdad).

MUERTE:

Mentalidad Errada: El testigo último de la aparente realidad del cuerpo y de que nos separamos de nuestro Creador, Que es la vida; si el cuerpo muere entonces tiene que haber vivido, lo cual significa que su hacedor -el ego- tiene que ser real y tener vida además; también el ego lo concibe como el máximo castigo por el pecado de habernos separado de Dios.

Mentalidad Correcta: El tranquilo abandonar del cuerpo después de que éste ha cumplido su propósito como instrumento de enseñanza.

MUNDO: El efecto de la creencia del ego en la separación, la cual es su causa; es dar forma al pensamiento de separación y ataque a Dios; puesto que es la expresión de la creencia en el tiempo y el espacio, no fue creado por Dios, Quien trasciende el tiempo y el espacio totalmente; a menos que se refiera específicamente al mundo del conocimiento, mundo sólo se refiere a la percepción, el mundo de la post-separación del ego.

Mentalidad Errada: Una prisión de separación que refuerza la creencia del ego en el pecado y la culpa, y perpetúa la aparente existencia de este mundo.

Mentalidad Correcta: Un salón de clases donde aprendemos nuestras lecciones de perdón, el mecanismo de enseñanza del Espíritu Santo para ayudarnos a trascender el mundo: así el propósito del mundo es enseñarnos que no hay mundo.

Vea: Mundo real.

MUNDO REAL: El estado mental en que, por medio del perdón total, el mundo de la percepción se libera de la proyección de la culpa que habíamos puesto sobre él; así pues, es la mente la que tiene que cambiarse, no el mundo, y vemos a través de la visión de Cristo la cual bendice en vez de condenar; el sueño feliz del Espíritu Santo; el fin de la Expiación, que deshace nuestros pensamientos de separación y permite que Dios de el paso final.

NAVIDAD: La fiesta con que se conmemora el nacimiento tradicional de Jesús; se utiliza como símbolo del renacer de Cristo en nosotros mismos: "la hora (tiempo) de Cristo."

NEGACIÓN:

Mentalidad Errada: Evitar la culpa por medio de empujar fuera de nuestra consciencia la decisión que la hizo, lo cual la hace inaccesible a la corrección o a la Expiación; equivalente aproximado de la represión; protege la creencia del ego de que él, y no Dios, es nuestra fuente.

Mentalidad Correcta: Se utiliza para negar el error y afirmar la verdad: para negar "la negación de la verdad."

NIÑO (CRIATURA): Metáfora que describe la "poca sabiduría" de los Hijos separados, quienes son como niñitos que no comprenden el mundo, y por lo tanto necesitan que su hermano mayor, Jesús, les enseñe a distinguir lo que es verdadero de lo que es falso, el mundo de la realidad del mundo de la fantasía; si fuésemos adultos espiritualmente adelantados no necesitaríamos la ayuda que provee Un curso de milagros.

“NO HACER EL ERROR REAL”: Uno de los elementos clave en el plan de perdón del Espíritu Santo, el cual corrige el plan del ego de hacer real el error y que inevitablemente nos conduce a erigir defensas en contra suya debido al miedo, o a perdonar falsamente; el verdadero perdón, por otra parte, reconoce el error como un pedido de amor y de corrección; hacer el error real, como cuando empatizamos falsamente con otro, o mágicamente esperamos resolver un problema externo, nos arraiga más profundamente en el sistema de pensamiento del ego, mientras que ver todos los problemas o formas de sufrimiento como reflejos externos de la culpa interna permite que ocurra la verdadera curación de la mente.

“NO HAY ORDEN (GRADOS) DE DIFICULTAD EN LOS MILAGROS”: El primer principio de los milagros; algo es o cierto o falso, sin que existan niveles reales dentro de cada categoría; no hay orden (grados) de dificultad en la corrección de las ilusiones puesto que éstas son igualmente irreales, y sólo se requiere el cambio de la ilusión a la verdad; de igual manera, no hay orden (grados) de dificultad en la curación puesto que cualquier forma de enfermedad (ilusión), aun la muerte misma, se deshace en la mente -donde en verdad radica- cuando se trae a la verdad allí; la corrección de la primera ley de caos del ego: hay una jerarquía de ilusiones.

NOMBRE DE DIOS: Utilizado como un símbolo para designar la Identidad de Dios, Cuyo Ser compartimos como Hijo Suyo; el símbolo de la santidad de Dios, que también es nuestra.

ORACIÓN: Pertenece al mundo de la percepción, tal como se entiende popularmente, puesto que le pedimos a Dios algo que creemos que necesitamos; nuestra única verdadera oración, por otra parte, es por el perdón, ya que éste nos devuelve la consciencia de que ya tenemos lo que necesitamos; tal como se utiliza en el Curso mismo, no incluye las experiencias de comunión con Dios que nos llegan durante los períodos de quietud o meditación; se compara con una escalera en "The Song of Prayer" (El himno de oración), y se enfatiza tanto el proceso del perdón como la comunión entre Dios y Cristo, la Canción que es el final mismo de la escalera.

PALABRA DE DIOS: La "respuesta" de Dios a la separación; usada diversamente para diferentes aspectos de esta respuesta: e.g., perdón, paz, Expiación y Espíritu Santo.

Nota: No se refiere a Jesús o Cristo, como sucede en la Biblia.

PASCUA: Día de fiesta en que se conmemora la resurrección de Jesús; puesto que la resurrección simboliza la trascendencia del ego en la cual se supera la muerte, la Pascua se utiliza como un símbolo de que el Hijo de Dios ofrece y acepta la redención (o la trascendencia del ego) por medio del perdón.

PASO FINAL (ÚLTIMO PASO): Este paso, que Le pertenece a Dios, ocurre cuando la Expiación se ha consumado y todas las interferencias del ego se han eliminado; cuando no quede nada que nos separe de Dios, Él da el paso final y nos alza hacia Sí Mismo; estrictamente hablando Dios no da pasos, y el término en realidad se refiere a nuestra experiencia de regresar a nuestra Fuente Que jamás abandonamos verdaderamente.

PAZ: La meta del Curso; la condición para el logro del conocimiento y el regreso a casa; oculta por cuatro obstáculos -nuestra atracción al ataque (culpa), el dolor, la muerte y el miedo a Dios- los cuales se superan al enseñar y aprender el perdón.

PECADO: La creencia en la realidad de nuestra separación de Dios, la cual el ego considera como un acto imposible de corregir porque representa el ataque a nuestro Creador, Quien como consecuencia jamás nos perdonaría; esta creencia nos lleva a la culpa, la cual exige castigo; es equivalente a la separación, y es el concepto central en el sistema de pensamiento del ego, del cual lógicamente surgen todos los otros; para el Espíritu Santo, es un error en nuestro pensamiento que debe corregirse y por consiguiente olvidarse y sanarse.

PENSAMIENTOS DE DIOS:

Conocimiento: La extensión no espacial de la Mente de Dios o espíritu; incluye a toda la creación, a nuestro verdadero Ser así como a nuestras creaciones; al ser parte de Dios, Sus Pensamientos comparten en Sus atributos; unificado, eterno, informe, creativo e inmutable.

Percepción Verdadera: Raramente se utiliza para referirse a pensamientos del mundo real; e.g., paz, salvación, curación (sanación) y el milagro.

PERCEPCIÓN:

Nivel I: El mundo dualista de forma y de diferencias que surgió después de la separación, mutuamente excluyente del mundo no dualista del conocimiento; este mundo surge de nuestra creencia en la separación y no tiene realidad fuera de este pensamiento.

Nivel II: Procede de la proyección: lo que vemos internamente determina lo que vemos fuera de nosotros; crucial para la percepción, por lo tanto, es nuestra interpretación de la "realidad", en vez de lo que parece ser objetivamente real.

Mentalidad Errada: La percepción de la culpa y del pecado refuerza la creencia en la realidad de la separación.

Mentalidad Correcta: La percepción de oportunidades para perdonar sirve para deshacer la creencia en la realidad de la separación.

Vea: Percepción Verdadera.

PERCEPCIÓN VERDADERA: Ver a través de los ojos de Cristo, la visión del perdón que corrige las percepciones falsas de separación del ego al reflejar la verdadera unidad del Hijo de Dios; no debe equipararse con la visión física, es la actitud que deshace las proyecciones de culpa, y nos permite contemplar el mundo real en lugar del mundo de pecado, miedo, sufrimiento y muerte.

Vea: Percepción.

PERDÓN: Mirar nuestro especialismo en unión del Espíritu Santo o de Jesús, sin culpa o sin juicio; nuestra función especial la cual cambia la percepción que tenemos de otro como "enemigo" (odio especial) o como "ídolo-salvador" (amor especial) a una percepción de hermano o amigo, y le quita todas las proyecciones de culpa; la expresión del milagro o visión de Cristo, que ve a toda la gente unida en la Filiación de Dios, y que mira más allá de las aparentes diferencias que reflejan la separación: así pues, el percibir el pecado como real hace imposible el verdadero perdón; el perdón reconoce que lo que pensamos que nos hicieron nos lo hicimos nosotros mismos, puesto que somos responsables de nuestros guiones, y por lo tanto sólo nosotros podemos privarnos de la paz de Dios: así pues, perdonamos a los demás por lo que no nos han hecho, no por lo que han hecho.

PERIODOS DE INESTABILIDAD: Nuestra culpa y nuestro miedo no pueden deshacerse sin que los resolvamos a través de las oportunidades para perdonar que utiliza el Espíritu Santo; este mirar con honradez dentro de nuestras mentes acompañados por el Espíritu Santo o Jesús -un proceso contra el cual el ego nos aconseja- es lo que nos lleva a estos períodos de incomodidad y de ansiedad que inevitablemente sentimos en el proceso de cambiar de la mentalidad errada a la mentalidad correcta.

PREGUNTAS: El Curso presenta nuestra decisión básica de elegir entre Dios y el ego en forma de distintas preguntas.

PRINCIPIO DE ESCASEZ: Un aspecto de la culpa; la creencia de que estamos vacíos e incompletos, y que carecemos de lo que necesitamos; esto nos lleva a la búsqueda de ídolos o relaciones especiales para llenar la escasez que experimentamos dentro de nosotros mismos; inevitablemente la proyectamos en sentimientos de privación, por lo que creemos que otros nos despojan de la paz que en realidad nosotros mismos nos hemos arrebatado; contrasta con el principio de abundancia de Dios.

PROCESO: Un curso de milagros enfatiza que en el sueño de la separación el perdón ocurre con el tiempo, y es por lo tanto un proceso de crecimiento; nuestro miedo al Amor de Dios es tan grande que nos aferramos a nuestro especialismo como protección, y de ese modo aprendemos suavemente y pacientemente que la culpa y el ataque del ego refuerzan el dolor, mientras que el perdón del Espíritu Santo nos conduce a la dicha.

Vea: Períodos de inestabilidad.

PROYECCIÓN: La ley fundamental de la mente: la proyección hace la percepción -lo que vemos internamente determina lo que vemos fuera de nuestras mentes-.

Mentalidad Errada: Refuerza la culpa al desplazarla sobre algún otro, al atarla allí y negar su presencia en nosotros; un intento de desviar sobre los otros nuestra responsabilidad por la separación.

Mentalidad Correcta: El principio de extensión, el cual permite que el perdón del Espíritu Santo se extienda (proyecte) a través de nosotros.

PUENTE: Símbolo que representa la transición de la percepción al conocimiento, por lo cual a menudo se equipara con el Espíritu Santo, el mundo real y con el paso final de Dios; también se usa para referirse al cambio de la falsa percepción a la verdadera percepción y al mundo real.

RAZÓN: Mentalidad correcta; pensar de acuerdo con el Espíritu Santo, al elegir seguir Su dirección, aprender Sus lecciones de perdón, ver impecabilidad más bien que pecado, y escoger la visión en vez del juicio.

Nota: No debe confundirse con racionalismo.

REGALO (DON): Los regalos de Dios son amor, vida y libertad, los cuales jamás nos pueden ser arrebatados, aun cuando se pueden negar en el sueño de este mundo.

Mentalidad Errada: Los regalos del ego son el miedo, el sufrimiento y la muerte, aunque a menudo no los reconocemos por lo que son; los regalos del ego son "comprados" por medio del sacrificio.

Mentalidad Correcta: Los regalos de Dios son traducidos por el Espíritu Santo en perdón y gozo, los cuales se nos dan en la medida que los damos a otros.

Vea: Dar-recibir.

REINO DE DIOS: Vea Cielo.

RELACIÓN SANTA: El medio que utiliza el Espíritu Santo para deshacer la relación profana (no santa) o especial y que cambia la meta de la culpa hacia la meta del perdón o de la verdad; el proceso del perdón por medio del cual alguien que ha percibido a otro como separado se une con él en su mente a través de la visión de Cristo.

RELACIONES ESPECIALES: Relaciones sobre las cuales proyectamos la culpa, y que utilizamos como substitutos del amor y de nuestra relación con Dios; las defensas que refuerzan la creencia en el principio de escasez mientras aparentan estar deshaciéndola -dan lugar a lo que quieren defender- puesto que las relaciones especiales intentan llenar la carencia que percibimos en nosotros mismos al quitarle a los otros a quienes inevitablemente vemos como separados, reforzando así una culpa que finalmente procede de nuestra imaginada separación de Dios: el pensamiento de ataque que es la fuente original de nuestro sentimiento de escasez; todas nuestras relaciones en este mundo comienzan como relaciones especiales puesto que comienzan con la percepción de separación y diferencias, la cual debe entonces corregir el Espíritu Santo a través del perdón, para convertirla en una relación santa; el especialismo tiene dos formas: el odio especial justifica la proyección de la culpa por medio del ataque; el amor especial esconde el ataque en la ilusión del amor, donde creemos que nuestras necesidades especiales las llenan personas especiales con atributos especiales, por lo cual las amamos: en este sentido, el amor especial es el equivalente aproximado de la dependencia, la cual engendra desprecio u odio.

RESPUESTA: Vea Espíritu Santo.

RESURRECCIÓN: El despertar del sueño de la muerte; el total cambio de pensamiento que trasciende al ego y su percepción del mundo, del cuerpo y de la muerte, y que nos permite identificarnos completamente con nuestro verdadero Ser; también se refiere a la resurrección de Jesús.

REVELACIÓN: La comunicación directa de Dios hacia Su Hijo la cual refleja la forma original de comunicación presente en nuestra creación; procede de Dios hacia Su Hijo, pero no es recíproca; un breve retorno a este estado es posible en este mundo.

RISA (SONRISA): El Curso nos pide que no tomemos en serio al ego y su mundo, pues esto los hace reales en nuestras mentes; más bien, nos exhorta a que nos riamos dulcemente del sistema de pensamiento del ego y de sus aparentes consecuencias, y que nos acordemos al fin de reímos de la "diminuta, alocada idea."

ROSTRO (FAZ DE CRISTO): Símbolo del perdón; el rostro (la faz) de la verdadera inocencia que se ve en otro cuando miramos a través de la visión de Cristo, libre de nuestras proyecciones de culpa; así pues, es la extensión hacia otros de la inocencia que vemos en nosotros mismos, independiente de lo que ven nuestros ojos físicos.

Nota: No debe confundirse con el rostro de Jesús, ni con nada externo.

SACRIFICIO: Una creencia central en el sistema de pensamiento del ego: alguien tiene que perder si otro ha de ganar; el principio de renunciar para recibir (dar para obtener); e.g., para recibir el Amor de Dios debemos pagar un precio, generalmente en la forma de sufrimiento para expiar nuestra culpa (pecado); para recibir el amor de otro, tenemos que pagarlo a través del convenio del amor especial; es lo opuesto del principio de salvación o justicia: nadie pierde y todos ganan.

SALVACIÓN: La Expiación, o el deshacimiento de la separación; estamos "salvados" de nuestra creencia en la realidad del pecado y la culpa a través del cambio de idea que el perdón y el milagro originan.

SEGUNDA VENIDA (SEGUNDO ADVENIMIENTO): La curación (sanación) de la mente de la Filiación; el retorno colectivo a la conciencia de nuestra realidad como el Hijo uno de Dios, la cual tuvimos en nuestra creación, la Primera Venida; precede al Juicio Final, después del cual este mundo de ilusión se termina.

SEPARACIÓN: La creencia en el pecado que afirma una identidad separada de nuestro Creador; pareció ocurrir una vez, y el sistema de pensamiento que surgió de esa idea está representado por el ego; ha tenido como resultado, un mundo de percepción y de forma, de dolor, sufrimiento y muerte, real en el tiempo, pero desconocido en la eternidad.

SER: Nuestra verdadera Identidad como el Hijo de Dios; sinónimo de Cristo, la Segunda Persona de la Trinidad, y la cual contrasta con el falso ser, el ego, que hicimos como substituto de la creación de Dios; raramente usado para referirse al Ser de Dios.

“SOY TAL COMO DIOS ME CREÓ”: Una expresión del principio de la Expiación; la afirmación que reconoce que la separación de Dios jamás ocurrió en realidad; la negación de este principio refuerza la creencia en nuestro ego o falso ser y en el cuerpo; el aceptar esta afirmación sana la separación y nos devuelve la consciencia de nuestra verdadera Identidad como el Hijo de Dios, nuestro Ser.

SUEÑO (ESTAR DORMIDO): Generalmente designa el estado de separación de Dios, en Quien permanecemos despiertos como Cristo; nuestras experiencias dentro del sistema de pensamiento del ego constituyen nuestros sueños de especialismo, en los cuales creemos que hemos logrado lo imposible al separarnos de nuestro Creador; usado con menor frecuencia en el sentido popular del sueño físico, donde se enfatiza que no hay diferencia entre nuestros sueños al dormir por la noche y nuestros sueños "despiertos" durante el día.

Vea: Sueños.

SUEÑOS: El estado de la post-separación en el cual el Hijo de Dios sueña con un mundo de pecado, culpa y miedo y cree que ésta es la realidad y que el Cielo es el sueño; el Hijo, que es el soñador, es la causa del mundo el cual es el efecto, aun cuando esta relación entre causa y efecto parece que está invertida en este mundo, donde parece que nosotros somos el efecto o la víctima del mundo; ocasionalmente se usa para referirse a sueños en el sueño, aunque no hay diferencia real entre ellos y el soñar despierto, porque ambos son parte del mundo ilusorio de la percepción.

Vea: Sueño feliz y sueño (estar dormido)

SUEÑO FELIZ: La corrección que le hace el Espíritu Santo al sueño de dolor y sufrimiento del ego; aunque ilusorio aún, el sueño feliz nos conduce más allá de todas las otras ilusiones hacia la verdad; es el sueño de perdón en el cual se ve al fin el mundo real y se logra la salvación.

SUFRIMIENTO: Uno de los testigos básicos del ego para la realidad del cuerpo y de la inexistencia del espíritu, puesto que el cuerpo parece experimentar sufrimiento o dolor; tener dolor, por lo tanto, es negar a Dios, mientras que tener consciencia de nuestra verdadera invulnerabilidad como el Hijo de Dios es negar la realidad del dolor.

Nota: Sufrimiento y dolor se usan como virtuales sinónimos.

Vea: Enfermedad.

TENER-SER: Estado del Reino donde no existe distinción entre lo que tenemos y lo que somos; una expresión del principio de abundancia: todo lo que tenemos proviene de Dios y jamás puede perderse o necesitarse, y el cual incluye nuestra Identidad como Hijo Suyo; una parte integrante de las tres "Lecciones del Espíritu Santo."

TENTACIÓN: Vernos a nosotros mismos o a otros como egos o cuerpos, y negar nuestra verdadera Identidad como Cristo al desear hacer las ilusiones reales.

TIEMPO: Parte integrante del mundo ilusorio de la separación del ego, en contraste con la eternidad, la cual existe sólo en el Cielo; a pesar de que el tiempo parece ser lineal, el mismo está contenido en un instante diminuto que ya ha sido corregido y deshecho por el Espíritu Santo, y en verdad jamás ocurrió.

Mentalidad Errada: El medio para mantener el ego al preservar los pecados del pasado por medio de la culpa, la cual se proyecta al futuro por miedo al castigo, y pasa por alto el presente que es la aproximación más cercana a la eternidad.

Mentalidad Correcta: El medio para deshacer el ego al perdonar el pasado a través del instante santo, el instrumento de los milagros; cuando se complete el perdón, el mundo del tiempo habrá cumplido el propósito del Espíritu Santo y sencillamente desaparecerá.

TRAER LA OSCURIDAD (ILUSIONES) A LA LUZ (VERDAD): El proceso por medio del cual se deshace la negación y la disociación, al expresar la decisión de traer nuestra culpa hasta la luz del Espíritu Santo para mirarla y perdonarla, en vez de mantenerla, por temor, en la oscuridad de nuestras mentes inconscientes donde jamás puede verse y deshacerse; el vivir de ilusiones provoca enfermedad y dolor, el traerlas a la verdad constituye la curación y la salvación.

TRINIDAD: La unidad de Sus Niveles no se puede entender en este mundo; consiste de 1) Dios, el Padre y Creador, 2) Su Hijo, Cristo, nuestro verdadero Ser, Que incluye a nuestras creaciones y 3) el Espíritu Santo, la Voz por Dios.

UN CURSO DE MILAGROS: Frecuentemente el Curso se refiere a sí mismo; su meta no es el amor o Dios, sino el deshacimiento, a través del perdón, de las interferencias de la culpa y del miedo que impiden nuestra aceptación de El; su centro de interés, por lo tanto, es el ego y el deshacimiento de éste, más bien que Cristo o el espíritu.

“UNA PEQUEÑA DOSIS DE BUENA VOLUNTAD”: Esto, junto con el Espíritu Santo, es todo lo que requiere la Expiación; nuestro ego parece hacer imposible el deshacimiento de la culpa, y por nuestra cuenta sería imposible, pero la buena voluntad de perdonar permite que el Espíritu Santo la deshaga por nosotros; mirar nuestra culpa sin juzgarnos, o mirar nuestra culpa con el Espíritu Santo junto a nosotros.

UNIDAD (UNICIDAD):

Conocimiento: La realidad de Dios y Cristo, Cuya perfecta unidad constituye el Cielo.

Percepción: Se refleja en el mundo por medio del perdón, el deshacimiento de nuestra creencia en intereses separados; el unirnos con los demás, a través del deshacimiento de nuestros pensamientos de especialismo es sencillamente la aceptación de nuestra unidad (unicidad) inherente como el Hijo de Dios; el compartir este propósito del perdón es nuestra sola y única función, la cual refleja nuestra función de crear en el Cielo.

Vea: Mentalidad-uno.

UNIÓN: A pesar del sueño de separación, los Hijos de Dios permanecen unidos unos con otros como Cristo, y unidos con Dios en perfecta unidad; sin embargo, puesto que todos compartimos la ilusión de que estamos separados, primero debemos compartir la ilusión de unirnos unos con otros, lo cual refleja el proceso del perdón que ocurre en nuestras mentes; sólo entonces podemos despertar y recordar que ya estamos unidos; unirnos con Jesús o el Espíritu Santo es el pre-requisito para la unión con nuestros hermanos.

Nota: No debe confundirse con la unión externa.

VERDAD-ILUSIÓN: Algo es o verdadero o falso, realidad o ilusión; no puede haber componenda: o somos creados por Dios o hechos por el ego; este principio explica por qué no hay grados de dificultad en los milagros, puesto que todo lo que se necesita para sanar o para que ocurra el milagro es cambiar de las ilusiones del ego a la verdad del Espíritu Santo.

VISIÓN: La percepción de Cristo o del Espíritu Santo que mira más allá del cuerpo hacia el espíritu que es nuestra verdadera Identidad; la visión del perdón y de la impecabilidad a través de la cual se ve el mundo real; puramente interna, y refleja una decisión de aceptar la realidad en vez de juzgarla; un cambio de actitud del propósito que tiene el ego para el cuerpo (especialismo) al propósito del Espíritu Santo (perdón), por lo que no debe equipararse con la visión física.

VOLUNTAD DE DIOS: La expresión del ser de Dios, la cual sólo crea; aunque parece estar dividida por la separación y los deseos del ego, su integridad y su unidad con la voluntad de la Filiación permanece inalterada e intacta.

VOZ POR DIOS: Vea Espíritu Santo.