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El jardín encantado

El jardín encantado
Este es un espacio para difundir los principios espirituales y filosoficos de Edwuard Bach y de Un Curso de Milagros. También por este medio es mi intención compartir la nueva medicina que despierta a la Mente Pura en el espacio sagrado de tu corazón:Milagros El Sendero de la Belleza.

martes, 2 de noviembre de 2010

Un Curso de Milagros- Confianza

He aquí la base sobre la que descansa su capacidad para llevar a cabo su función. La percepción es el resultado del aprendizaje. De hecho, la percepción es aprendizaje, ya que causa y efecto nunca se encuentran separados.
Los maestros de Dios tienen confianza en el mundo porque han aprendido que no está regido por las leyes que el mundo inventó.
Está regido por un Poder que se encuentra en ellos, pero que no es de ellos. Este Poder es el que mantiene todas las cosas a salvo, Mediante este Poder los maestros de Dios contemplan un mundo perdonado.

Una vez que hemos experimentado ese Poder, es imposible volver a confiar en nuestra insignificante fuerza propia. ¿Quién trataría de volar con las minúsculas alas de un gorrión, cuando se le ha dado el formidable poder de un águila? ¿Y quién pondría su fe en las miserables ofrendas del ego, cuando los dones de Dios se encuentran desplegados ante él? ¿Qué induce a los maestros de Dios a efectuar ese cambio? 
Mujeres de Milagros es un grupo de estudio de Un Curso de Milagros 

 El desarrollo de la confianza
En primer lugar, tienen que pasar por lo que podría calificarse como un "período de des-hacimiento". Ello no tiene por qué ser doloroso, aunque normalmente lo es.
Durante ese período parece como si nos estuviesen quitando las cosas, y raramente se comprende en un principio que estamos simplemente reconociendo su falta de valor.
¿De qué otro modo se iba a poder percibir lo que no tiene valor, a no ser que el perceptor estuviese en una posición desde la que no puede sino ver las cosas de otra manera?
Aun no ha llegado al punto en el que puede efectuar el cambio interno totalmente. Por ello, el plan a veces requiere que se efectúen cambios en lo que parecen ser las circunstancias externas. Estos cambios son siempre beneficiosos. Una vez que el maestro de Dios ha aprendido esto, pasa a la segunda fase.
Fase 2
Ahora el maestro de Dios tiene que pasar por un "período de selección". Este período es siempre bastante difícil pues al haber aprendido que los cambios que se producen en su vida son siempre beneficiosos, tiene entonces que tomar todas sus decisiones sobre la base de si contribuyen a que el beneficio sea mayor o menor.
Descubrirá que muchas cosas, si no la mayoría de las que antes valoraba, tan sólo obstruyen su capacidad para transferir lo que ha aprendido a las nuevas situaciones que se le presentan.
Puesto que ha valorado lo que en verdad no vale nada, no generalizará la lección por temor a lo que cree pueda perder o deba sacrificar.
Se necesita haber aprendido mucho para poder llegar a entender que todas las cosas, acontecimientos, encuentros y circunstancias son provechosos.
Sólo en la medida en que son provechosos, deberá concedérselas algún grado de realidad en este mundo de ilusiones.
La palabra "valor" no puede aplicarse a nada más. 
Fase 3
La tercera fase por la que el maestro de Dios tiene que pasar podría llamarse "un período de renuncia" Si se interpreta esto como una renuncia a lo que es deseable, se generará un enorme conflicto. Son pocos los maestros de Dios que se escapan completamente de esta zozobra. No tiene ningún sentido, no obstante, separar lo que tiene valor de lo que no lo tiene, a menos que se dé el paso que sigue naturalmente.
 Por lo tanto, el período de transición tiende a ser un período en el que el maestro de Dios se siente obligado a sacrificar sus propios intereses en aras de la verdad. Todavía no se ha dado cuenta de cuán absolutamente imposible sería una exigencia así. Esto sólo lo puede aprender a medida que renuncia realmente a lo que no tiene valor.
Mediante esa renuncia, aprende que donde esperaba aflicción, encuentra en su lugar una feliz despreocupación; donde pensaba que se le pedía algo, se encuentra agraciado con un regalo.
Fase 4
Ahora llega "un período de asentamiento." Es éste un período de reposo, en el que el maestro de Dios descansa razonablemente en paz por un tiempo.
Ahora consolida su aprendizaje. Ahora comienza a ver el valor de transferir lo que ha aprendido de unas situaciones a otras. El potencial de lo que ha aprendido es literal mente asombroso, y el maestro de Dios ha llegado a un punto en su progreso desde el que puede ver que en dicho aprendizaje radica su escape. Renuncia a lo que no quieres y quédate con lo que si que quieres. ¡Qué simple es lo obvio! ¡Y qué fácil!
 El maestro de Dios necesita este período de respiro. Todavía no ha llegado tan lejos como cree. Mas cuando esté listo para seguir adelante, marcharán a su lado compañeros poderosos.
Ahora descansa por un rato, y los convoca antes de proseguir. A partir de ahí ya no seguirá adelante solo.
Fase 5
La siguiente fase es ciertamente un "período de inestabilidad" El maestro de Dios debe entender ahora que en realidad no sabía distinguir entre lo que tiene valor y lo que no lo tiene.
Lo único que ha aprendido hasta ahora es que no desea lo que no tiene valor y que sí desea lo que lo tiene. Su propio proceso de selección, no obstante, no le sirvió para enseñarle la diferencia.
 La idea de sacrificio, tan fundamental en su sistema de pensa miento, imposibilitó el que pudiese discernir.
Pensó que había aprendido a estar dispuesto, pero ahora se da cuenta de que no sabe para qué sirve estar dispuesto.
Ahora tiene que alcanzar un estado que puede permanecer fuera de su alcance por mucho, mucho tiempo.
Tiene que aprender a dejar de lado todo juicio, y a preguntarse en toda circunstancia qué es lo que realmente quiere.
De no ser porque cada uno de los pasos en esta dirección está tan fuertemente reforzado, ¡cuán difícil sería darlos!

Fuente Un Curso de Milagros

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